El Departamento de Estado de EE. UU. amplía la lista de condiciones médicas que pueden convertir a un solicitante en “inelegible”, incluyendo la obesidad, diabetes e hipertensión. La directriz busca evaluar si el extranjero o su familiar pueden costear el tratamiento sin depender de la asistencia social estadounidense.
WASHINGTON D.C., EE.UU. 9/11/2025.- El Gobierno de Estados Unidos ha dado un giro radical a su política migratoria, ordenando a sus autoridades consulares considerar inelegibles para la visa de inmigrante a extranjeros que padezcan ciertas condiciones de salud que, a su juicio, podrían convertirlos en una “carga pública” para el país.
Según una nueva directriz emitida por el Departamento de Estado a los funcionarios de embajadas y consulados, la lista de condiciones médicas que hacen a un extranjero inelegible para residir permanentemente en EE. UU. ha sido notablemente ampliada. El enfoque está puesto en la salud del solicitante y su capacidad financiera para asumir costos médicos a largo plazo.
Obesidad y Diabetes Bajo la Lupa Consular
La directriz, que ha causado alarma en la comunidad inmigrante y en países como República Dominicana con alta tasa de solicitudes de visas de residencia, instruye específicamente a los funcionarios a "considerar la salud del solicitante" como un factor determinante.
Entre las afecciones que ahora figuran como posibles motivos de negación se incluyen:
- Obesidad: Considerada una condición que puede desencadenar asma, apnea del sueño e hipertensión.
- Diabetes: Junto a otros problemas cardiovasculares.
- Afecciones mentales y neurológicas.
- Enfermedades crónicas que requieran atención médica "costosa y prolongada".
La norma es clara: el funcionario consular debe determinar si el solicitante, o incluso sus familiares directos como hijos o padres mayores, cuentan con los recursos suficientes para costear el tratamiento médico sin necesidad de recurrir a la asistencia gubernamental estadounidense.
Retorno a la Línea Dura de "Carga Pública"
Esta medida retoma y amplía los lineamientos de "carga pública" que fueron impulsados durante la primera administración del presidente Donald Trump (2017-2021) y que, aunque habían sido parcialmente anulados por la administración de Joe Biden, son ahora nuevamente implementados en la política migratoria.
La directriz se aplica a la visa de inmigrante (la residencia permanente o Green Card), pero la rigurosa evaluación de salud tiene un impacto en todo el sistema. Expertos en migración ya han señalado que esta política podría obstaculizar el acceso a la residencia permanente de personas con condiciones médicas preexistentes, una situación que afecta a un amplio porcentaje de la población dominicana.
El endurecimiento de los requisitos obliga a los solicitantes a presentar evidencia irrefutable de que poseen los medios económicos para sostener sus tratamientos médicos o que tienen acceso a seguros de salud privados que cubran estas condiciones, sin convertirse en una carga para los programas sociales de EE. UU.



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