El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) reporta más de 3,700 personas desplazadas y cerca de 700 viviendas afectadas. La advertencia se centra en el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra debido a los suelos saturados.
SANTO DOMINGO, RD. 26/10/2025.- La República Dominicana se encuentra bajo una amenaza meteorológica de alta peligrosidad. El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha mantenido la alerta en 30 provincias del país ante los efectos continuos del huracán Melissa, que permanece como un sistema intenso de categoría 4, con vientos máximos sostenidos que alcanzan los 220 km/h.
A pesar de que el huracán se desplaza lentamente al sur de Jamaica, su amplia circulación sigue inyectando humedad y provocando aguaceros de fuertes a moderados, ráfagas de viento y un oleaje anormal que impacta la costa.
Alerta Roja y el Impacto Humano
El último informe del COE detalla la gravedad de la situación, con cuatro provincias en alerta roja: Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco. Estas demarcaciones son las más vulnerables a las lluvias persistentes y a las crecidas de ríos y cañadas.
Las consecuencias de las precipitaciones ya se hacen sentir:
- Desplazados: Más de 3,700 personas han sido desplazadas de sus hogares, siendo trasladadas a albergues oficiales o a casas de familiares y amigos.
- Viviendas Afectadas: El COE reporta que cerca de 700 viviendas han resultado con algún tipo de afectación, incluyendo daños parciales y destrucción total en los puntos más críticos.
- Comunidades Incomunicadas: Se registran más de 48 comunidades incomunicadas debido a la crecida de ríos y la afectación de vías terrestres, lo que dificulta la asistencia de los organismos de socorro.
Advertencias Cruciales y Medidas Preventivas
El director del COE, Juan Manuel Méndez, ha insistido en la necesidad de que la población acate los llamados de evacuación, especialmente en las zonas de alto riesgo de deslizamientos de tierra, pues los suelos están completamente saturados por la acumulación de aguaceros de los últimos días.
Las autoridades también han instruido a los organismos de protección civil en las zonas costeras a prohibir el uso de las playas y las actividades marítimas, debido a las peligrosas rompientes y las fuertes corrientes de resaca en toda la costa Caribeña y Atlántica.
Se mantiene la vigilancia permanente sobre el manejo de las principales presas del país, como el complejo Jigüey–Aguacate–Valdesia–Las Barias, que realizan operaciones para regular los caudales ante la llegada de los altos volúmenes de agua.
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