La espiral de crímenes violentos se intensifica tras el asesinato de dos hermanos en la zona sur, en una racha que incluye la ejecución de cinco hombres en una plaza y balaceras en "teteos".
SANTIAGO, RD. 09/10/2025.- La provincia de Santiago de los Caballeros está sumida en una preocupante escalada de violencia que ha puesto en vilo a sus residentes y a las autoridades. La racha de crímenes, muchos de ellos con el sello de la ejecución y el ajuste de cuentas, se recrudeció esta semana con el asesinato a tiros de dos hermanos en un sector de la zona sur de la ciudad.
El incidente, cuyas víctimas fueron identificadas preliminarmente solo como los hermanos "Melvin y José", se suma a una serie de hechos de alto impacto que reflejan un desborde en la seguridad ciudadana de la Ciudad Corazón, donde el mes de octubre ha iniciado bajo el signo de la sangre.
Una Escalada de Violencia Inédita
Este doble crimen ocurre en medio de un clima de inseguridad marcado por otros sucesos de gran notoriedad que la Policía Nacional y el Ministerio Público intentan controlar:
- Masacre en La Barranquita: Apenas hace unas semanas, el país se conmocionó por el caso de la ejecución de cinco hombres en una balacera ocurrida en una plaza comercial de La Barranquita, un suceso que ha llevado a la justicia a solicitar prisión preventiva contra 11 agentes de la Policía Nacional imputados por este múltiple homicidio.
- Balaceras en Pueblo Nuevo: Recientemente, una balacera en medio de un "teteo" (fiesta callejera) en el sector Pueblo Nuevo dejó un saldo de dos muertos y varios heridos, confirmando que los enfrentamientos y actos de venganza se están produciendo a plena luz y en espacios públicos.
Las autoridades policiales están investigando si el asesinato de los dos hermanos está ligado a conflictos por drogas, ajustes de cuentas o venganzas, elementos que caracterizan la mayoría de los crímenes recientes.
El Desafío a la Seguridad
La secuencia de muertes violentas ha generado un clamor popular por una intervención más efectiva por parte de las autoridades. A pesar de los esfuerzos por destacar una supuesta reducción en la tasa de homicidios a nivel nacional, la realidad local de Santiago parece contradecir las estadísticas oficiales, con el miedo y la indignación apoderándose de la comunidad.
El Ministerio Público y la Dirección de Investigaciones Criminales (DICRIM) mantienen abiertas varias líneas de investigación, prometiendo justicia, pero la repetición de los hechos exige una reestructuración urgente de las estrategias de seguridad en la principal urbe del Cibao.
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