El partido de gobierno asegura que sus exmiembros investigados por Estados Unidos deberán responder personalmente ante la justicia y desvincula la organización de cualquier actividad ilícita.
SANTO DOMINGO, R.D. 16/10/2025.- El Partido Revolucionario Moderno (PRM) reaccionó de manera categórica ante el escándalo que ha estremecido al sector político nacional: la investigación formal en Estados Unidos de al menos dos exfuncionarios y miembros de la organización por presuntos vínculos con el narcotráfico. De forma tajante, la cúpula del partido oficialista se deslindó de los individuos, reafirmando su compromiso con la política de cero tolerancia a la corrupción y el crimen organizado impulsada por el Gobierno.
La noticia, que cobró notoriedad tras revelarse que uno de los implicados fue exasesor presidencial de Zonas Francas hasta mayo de este año y otro un exfuncionario municipal, pone a prueba la promesa de transparencia del PRM.
"El que la hace, la paga, sin importar el carné"
Altos voceros del PRM, consultados sobre el tema, fueron enfáticos al señalar que la organización no apañará actos de corrupción ni narcotráfico, provengan de donde provengan.
Este posicionamiento contrasta con percepciones históricas de protección política en el país, buscando reforzar la narrativa de que, bajo la administración actual, la justicia opera sin importar el color partidario. La investigación, que se lleva a cabo en territorio estadounidense y con la colaboración de agencias como la DEA, subraya la profunda penetración de redes de lavado de activos en diversos sectores de la vida pública dominicana.
Infiltración y Filtrado de Candidatos
El caso vuelve a poner en el centro del debate público la necesidad urgente de endurecer los mecanismos de filtrado de candidatos y funcionarios dentro de los partidos políticos. Expertos en derecho electoral y sociólogos han señalado repetidamente que las leyes actuales carecen de "garras" suficientes para impedir que personas ligadas a actividades ilícitas accedan a la administración y a puestos de elección popular, dañando gravemente la credibilidad del sistema.
El PRM, sin embargo, busca trazar una línea divisoria: mientras que el partido se desvincula, las autoridades de la República Dominicana mantienen la coordinación con sus pares internacionales. El mensaje es claro: aquellos que utilicen la plataforma política para el narcotráfico deberán responder personalmente ante las acusaciones, y el partido no ofrecerá amparo institucional alguno.
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